jueves, 2 de octubre de 2008

RESEÑA: La ciudad de cristal, de Paul Auster



Kafka y Beckett fueron las grandes influencias del escritor estadounidense Paul Auster, quien tuviera su primer encuentro con la escritura a la corta edad de doce años, mucho antes de encontrase con uno de los temas recurrentes en sus narraciones, el béisbol.

Auster nace el 3 de febrero de 1947, en Newark, New Jersey, comienza escribiendo artículos para revistas y no es sino hasta 1976 que escribe su primer novela “Squeeze Play”, pero su gran reconocimiento llegaría en 1986 con la publicación de “la ciudad de cristal”

Esta novela, “la ciudad de cristal”, es una narración policíaca que se desarrolla en los años ochenta; donde Daniel Quinn, un escritor que tras la perdida de su hijo y su esposa, decide refugiarse en sus relatos bajo el seudónimo de William Wilson. Un día Quinn recibe una llamada dirigida a un detective llamada Paul Auster, y a pesar de no ser él, decide aceptar la misión haciéndose pasar por el susodicho detective. Esta misión consistía en proteger a una persona de ser asesinado por su propio padre. En su función de espía, Daniel Quinn recorre la ciudad, una ciudad que termina por absorberlo, por desaparecerlo en laberintos, que lo pierden en la locura.

La novela hace referencia a experimentos sobre la naturaleza del lenguaje, teorías teológicas, palabras trazadas con recorridos por la ciudad de New york y personajes gemelos como Daniel Quinn y el verdadero Paul Auster; todo tejido en una trama detectivesca, que yace es una atmósfera sureal y misteriosa, donde el protagonista, cae en una pasadilla que lo hace entregar todo control sobre su existencia.

En “La ciudad de cristal” se nos presenta al lenguaje como gestor de la relación que el individuo establece con el otro y con su entorno, y a la ciudad como tejido de configuración para la novela. La ciudad que nos develada Auster es un lugar frío y oscuro, que envuelve a la persona e influye en la forma como los personajes asumen su existencia y su entorno, todo atado a la capacidad que el individuo tenga para sobrevivirla.

Entre lo cotidiano, el azar y la eventualidad, fluctúa la narración del autor Paul Auster, una narración que sin darnos cuenta nos deja en tópicos concernientes a la existencia y al sobrevivir a esta, y en la que se evidencia una correspondencia entre este hecho y sus personajes.

La obra de Auster es difícil de enjuiciar, para quien sea un escéptico de los temas que combinen la existencia, lo urbano y la ciudad, “Ciudad de cristal” no es su novela; pero si más bien, se encuentra intrigado por estos asuntos o vive inmerso en una constante imaginación de eventos y personajes ficticios, inspirados en los vericuetos de una ciudad, encontrara en Auster su alma gemela.

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